Cuando buscas trabajo, ¿alguna vez te has encontrado con esa frase que dice «se requiere nivel de inglés B1 como mínimo»? Bueno, pues créeme que es más común de lo que parece. En casi todas las ofertas de trabajo, ya sea para ser camarero, administrativo o ingeniero, el inglés se está convirtiendo en una habilidad indispensable.
Y no te estoy exagerando, lo he visto con mis propios ojos en el 90% de las ofertas que he revisado. De hecho, en la Academia Examen Inglés Escuela Oficial de Madrid, escuela exclusiva online y por libre del examen de inglés, nos explica que muchos de sus alumnos van buscando obtener el certificado para conseguir una mejora laboral.
Un gran problema con el inglés
Déjame contarte mi historia, porque creo que muchos pueden sentirse identificados.
Desde que era pequeña, el inglés siempre me resultó muy difícil de entender. Por más que estudiaba, simplemente no lograba comprenderlo. La situación se volvió aún más complicada cuando terminé la universidad y me adentré en el mundo laboral. Descubrí que el inglés era un requisito fundamental en la mayoría de las ofertas de empleo. Sentí como si estuviera atrapada en un callejón sin salida y que no podía avanzar.
Mis habilidades en inglés eran realmente limitadas, y eso me preocupaba mucho. Veía que otras personas que se presentaban a las entrevistas de trabajo tenían un nivel fluido de inglés, al contario que yo, y me sentía totalmente desarmada.
Y yo, con mi inglés lamentable, no tenía ni idea de cómo salir adelante.
Hora de superarse
No tuve más opción que decidirme a superar ese bloqueo. Me armé de valor y me lancé a estudiar inglés, me costase lo que me costase.
Al principio, lo hice por mi cuenta: busqué cualquier oportunidad para practicar el idioma. Recuerdo haber trabajado como camarera en distintos lugares, desde Madrid hasta Santiago de Compostela. En esos trabajos, tuve la oportunidad de interactuar con clientes extranjeros en inglés. Al principio me costó, ¡y mucho! Pero, con el paso de las semanas, pronto me descubrí entablando una conversación con los clientes: desde qué querían comer o beber hasta cómo les había ido el día y qué habían visitado en la ciudad.
Comprendí que no es que no supiese inglés: descubrí que la realidad era que nunca me había atrevido a utilizarlo con otras personas. Así que probé algo nuevo: me comprometí a practicar inglés todos los días, ya fuera en el trabajo o en mi tiempo libre. Cada conversación en inglés se convirtió en un desafío emocionante en lugar de una fuente de ansiedad. Acepté cada oportunidad para practicar, incluso cuando sabía que cometería errores.
Con el paso del tiempo, mi confianza en mi habilidad para comunicarme en inglés creció. Ya no me sentía tan insegura al hablar con los clientes extranjeros en mi trabajo. Incluso comencé a buscar activamente oportunidades para practicar fuera del entorno laboral, participando en grupos de intercambio de idiomas y clases de conversación en línea.
Hoy, puedo decir con orgullo que el inglés no volverá nunca más a ser un impedimento para mí, sino más bien una herramienta que me seguirá abriendo nuevas puertas y oportunidades que nunca habría imaginado poder tener.
Mi consejo para todos aquellos que enfrentan un desafío similar es muy simple: nunca subestiméis el poder de la determinación y de la voluntad de superarse a uno mismo.
Con esfuerzo y perseverancia, todo es posible.
¿Cómo obtener el certificado del B1 de inglés?
Con el objetivo de mejorar todavía más mi nivel de inglés y poder certificado oficialmente de alguna forma, decidí que ya era hora de obtener el B1 de inglés que respaldara mis habilidades. Después de investigar un poco, encontré una excelente opción: una escuela oficial de idiomas en línea. Esta escuela me ofrecía la flexibilidad que necesitaba para estudiar a mi propio ritmo y prepararme para el examen de inglés por mi cuenta.
Una vez inscrita en ella, me enfrenté a varias pruebas para demostrar mi competencia en el este idioma que jamás volvería a ser un impedimento para mí. Estas pruebas cubrían diferentes aspectos del inglés y eran clave para obtener el certificado del nivel B1.
Aquí te explico brevemente en qué consistían cada una de estas pruebas:
- Comprensión escrita: Esta prueba evaluaba mi capacidad para entender textos escritos. Me presentaron una serie de textos, como artículos, correos electrónicos o cartas, y tuve que responder preguntas relacionadas con el contenido. La clave aquí era comprender la información y extraer la idea principal de cada texto.
- Comprensión oral: En esta parte del examen, se evaluaba mi habilidad para entender conversaciones en inglés. Escuchaba una serie de grabaciones que incluían diálogos entre personas, entrevistas o presentaciones, y luego respondía preguntas sobre lo que había escuchado. Para tener éxito en esta prueba, era importante prestar atención a los detalles y captar el contexto de las conversaciones.
- Expresión escrita: En esta prueba, se ponía a prueba mi capacidad para escribir en inglés. Me pedían que redactara textos sobre diferentes temas, como cartas, correos electrónicos o ensayos cortos. La clave aquí era estructurar mis ideas de manera clara y coherente, utilizando un vocabulario adecuado y manteniendo una gramática correcta.
- Expresión oral: Esta última prueba evaluaba mi capacidad para comunicarme oralmente en inglés, que era lo que siempre me había costado. Mantenía una conversación con el examinador sobre temas diversos, desde mis intereses personales hasta situaciones cotidianas. Aquí, la clave era expresarse con fluidez, pronunciar correctamente y responder de manera adecuada a las preguntas del examinador.
Superar estas pruebas fue todo un desafío para mí, pero también una experiencia enriquecedora. Me obligaron a poner en práctica todas mis habilidades en el idioma y me ayudaron a sentirme más segura y competente en inglés.
Al final, obtener el certificado del nivel B1 no solo fue una prueba de mis habilidades lingüísticas, sino también un paso importante en mi desarrollo personal y profesional.
Mejores condiciones laborales gracias al inglés
Después de tanto esfuerzo y dedicación, logré obtener mi certificado de nivel B1 en inglés. Y te sorprendería lo mucho que cambió mi situación laboral.
De repente, se abrieron nuevas oportunidades para mí. Ya no me limitaba a trabajar únicamente en el sector de la hostelería. Ahora podía aspirar a puestos en otros ámbitos profesionales donde el inglés era un requisito fundamental: incluso algo que jamás había pensado, lo que incluía el mundo digital (páginas webs, acount manager…).
Este cambio fue realmente sorprendente. Antes, me sentía estancada en trabajos que no me permitían crecer profesionalmente y que, siendo sinceras, no me gustaban nada. Sin embargo, una vez que obtuve mi certificado de inglés, todo cambió. De repente, tenía acceso a un abanico mucho más amplio de oportunidades laborales.
Gracias a mi nuevo nivel de inglés, pude postularme para trabajos que antes me parecían inalcanzables. El inglés se convirtió en mi llave para abrir puertas hacia un futuro laboral más prometedor, incluso de forma internacional.
Consejos finales para aprender inglés y no morir en el intento
Si estás pasando por la misma situación que yo enfrenté, tratando de aprender inglés y avanzar en tu carrera profesional, déjame compartirte algunos consejos que me fueron de gran ayuda:
- Consistencia: Este es el primer paso clave. Dedica tiempo regularmente a estudiar inglés, ya sea todos los días o varias veces por semana. La práctica constante es fundamental para mejorar tus habilidades en el idioma.
- Establece metas alcanzables: Divide tu objetivo principal en metas más pequeñas y alcanzables. Por ejemplo, puedes proponerte aprender un nuevo conjunto de vocabulario cada semana o dedicar un cierto tiempo cada día a practicar la gramática.
- Haz del aprendizaje una experiencia divertida: Aprovecha actividades que disfrutes para practicar inglés. Puedes ver películas o series en inglés con subtítulos, leer libros o revistas en inglés sobre temas que te interesen, o incluso jugar videojuegos en inglés. Cuanto más te diviertas mientras aprendes, más motivado estarás para seguir adelante y mejorar tu nivel de inglés.
- Utiliza recursos variados: No te limites a un solo método de estudio. Explora una variedad de recursos como libros de texto, aplicaciones móviles, videos en línea, clases presenciales o virtuales, podcasts y sitios web de aprendizaje de idiomas. Encuentra lo que funciona mejor para ti y aprovecha al máximo esos recursos.
- Practica activamente: No esperes a sentirte «listo» para comenzar a hablar en inglés. La práctica activa es clave para mejorar tu fluidez y confianza. Busca oportunidades para hablar en inglés con amigos, familiares, compañeros de clase o compañeros de trabajo. También puedes practicar escribiendo en inglés y escuchando música, programas de televisión o podcasts en inglés.
- No temas cometer errores: Los errores son parte del proceso de aprendizaje. No tengas miedo de cometer errores al hablar o escribir en inglés. Cada error es una oportunidad para aprender y mejorar. Mantén una actitud positiva y sé amable contigo mismo mientras avanzas en tu aprendizaje del idioma.
- Busca oportunidades de inmersión: Sumérgete en el idioma tanto como sea posible. Busca oportunidades para practicar inglés en situaciones reales, como viajar a países de habla inglesa, participar en intercambios lingüísticos, unirte a grupos de conversación en inglés o trabajar en entornos donde el inglés sea el idioma principal.
Recuerda, aprender inglés puede ser desafiante, pero, con determinación y dedicación, puedes lograrlo. Mantén la motivación, sé constante en tu práctica y no tengas miedo de cometer errores. Con el tiempo y el esfuerzo, alcanzarás tus metas y abrirás nuevas oportunidades en tu vida personal y profesional.
¡Ánimo!