Vivimos en un país en el que tendemos a polarizar las cosas. Creo que de esto se han encargado los políticos. En España tienes que ser del Real Madrid o del Barcelona. No puedes ir con uno de los dos cuando juega en Europa contra otro equipo extranjero. En España tienes que ser de izquierdas o de derechas, y no puedes cambiar de opinión si ves que el partido hay no cumple con los ideales previos. En España tienes que ser de tortilla de patata con cebolla o sin cebolla. Y no queda otra alternativa. Y así es como se va pasando la vida.
Y en el mundo de la publicidad pasa algo similar. Durante muchos años, cientos de años, la publicidad tradicional fue la única y la más venerada. Y es que, que tu marca saliera en la televisión o en la radio era lo más. Habías llegado a lo más alto. Ser visto por millones de espectadores en la TV y que al día siguiente todo el mundo hable de ti. Se vivió una época donde los anuncios eran gloria bendita. A todos se nos vienen famosos anuncios que incluso creaban tendencia con sus famosas canciones.
Pues bien, pasó el tiempo, y como ha ocurrido en esta sociedad, las nuevas tecnologías lo han cambiado todo. Y es el momento de saber adaptarse a los nuevos tiempos. Llegó Internet, llegaron las plataformas televisivas, llegaron los móviles y las redes sociales, y llegaron muchas cosas que han cambiado por completo el concepto de publicidad. Ahora bien, y voy al tema, esto no quiere decir que las formas de publicidad tradicionales hayan desaparecido. Al contrario, si se saben manejar es una gran oportunidad. Eso sí, hay que saber convivir con las dos. No hay que polarizarse, porque una empresa, una marca o una firma tiene que saber aprovechar los pros de ambas publicidades. No se puede ser de blanco o de negro, en el mundo de la publicidad hay muchas tonalidades grises.
La publicidad tradicional tiene varios beneficios que la hacen una herramienta efectiva para alcanzar a una audiencia específica, como bien los apuntan desde Publigar, una empresa de publicidad que aunque también está especialidad en temas de Internet o publicidad en redes sociales, nunca ha dejado de lado la denominada publicidad tradicional, es decir esa que se puede hacer en televisión, en radio, en prensa escrita, pero también en lonas, en vallas, en marquesinas de paradas de autobuses o en las tradicionales camisetas.
La publicidad tradicional nunca morirá, esto lo tenemos claro, y algunos de los beneficios incluyen son los siguientes.
Alcance masivo
La publicidad tradicional, como anuncios de televisión, radio y vallas publicitarias, tiene la capacidad de llegar a una amplia audiencia. Esto puede ser beneficioso para las empresas que buscan alcanzar a un gran número de personas al mismo tiempo. Aunque pensemos que no llegue a nadie, no somos conscientes de la gran cantidad de personas que pueden pasar por una valla de publicidad.
Credibilidad
La publicidad tradicional, especialmente en medios de comunicación establecidos y de confianza, puede dar a las marcas una sensación de credibilidad y confiabilidad. Los consumidores tienden a confiar más en los anuncios que ven en medios de comunicación tradicionales que en otros medios menos conocidos. Y es que no nos podemos fiar de todo que aparecer en las redes sociales o en Internet.
Impacto visual y auditivo
Los anuncios tradicionales suelen ser más visuales y auditivos, lo que los hace más memorables para los consumidores. Los anuncios de televisión y radio pueden crear una conexión emocional con los espectadores y oyentes, lo que puede ser beneficioso para las marcas a largo plazo.
A largo plazo
Los anuncios tradicionales, como vallas publicitarias o anuncios impresos, tienen la ventaja de estar presentes durante un período prolongado de tiempo, lo que permite una mayor exposición y recordación. Quedan ahí para siempre.
Soporte al comercio local
La publicidad tradicional es una forma efectiva para apoyar a las empresas locales y atraer clientes a tiendas físicas u otros establecimientos locales.
De esta manera hemos podido comprobar que la publicidad tradicional ofrece una amplia gama de beneficios. Ya hemos visto que crece la credibilidad y el impacto visual y auditivo. Por este motivo lo hacen una herramienta que tiene mucho valor para conectar con los potenciales consumidores. Pero claro, hay que tener en cuenta que la publicidad tradicional también tiene sus limitaciones, y con ello sus contras. Por eso muchas empresas complementan sus estrategias tradicionales con otros medios más modernos, como la publicidad digital y el famoso marketing. Como os hemos dicho, no hay que polarizar.