Algunos alimentos o hábitos provocan que el aliento tenga un olor desagradable como la cebolla, el ajo y el tabaco. Muchas personas que padecen halitosis (mal aliento) se aíslan y tienen problemas para relacionarse.
En la mayoría de los casos, se relaciona con una mala higiene bucal, pero también puede aparecer por otras patologías.
El Dr. Luis Margarit Pérez, odontoestomatólogo del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, explica que “la halitosis tiene en el 75% de los casos un origen relacionado con problemas en la boca misma, sin embargo, puede también estar asociada a problemas gástricos, infecciones del tracto respiratorio e, incluso, enfermedades sistémicas como la diabetes, enfermedades hepáticas o renales. Cuando la halitosis no es consecuencia de una mala higiene, requiere de un abordaje multidisciplinar para identificar su causa y aplicar el tratamiento más adecuado”.
Si la halitosis se produce por factores bucales, es porque hay una acumulación de placa bacteriana en dientes, encías y en la lengua.
«La presencia de lesiones de caries avanzadas, enfermedad periodontal, flujo salival reducido, alimentos impactados y descompuestos, inflamaciones o infecciones pulpares y prótesis defectuosas, pueden generar halitosis. Por ese motivo, es importante visitar al dentista, quien realizará un diagnóstico diferencial con otras posibles causas. El tratamiento depende de la causa que provoque el cuadro, y conviene no automedicarse hasta no saber qué lo provoca», informa el Consejo General de Dentistas.
Para evitar esta patología es muy importante mantener una correcta higiene bucal, cepillarse los dientes con pasta dentífrica fluorada, al menos dos veces al día, también es recomendable usar seda dental o cepillos interdentales.
No te olvides de limpiar la lengua, porque los sedimentos se quedan en la rugosa superficie de la lengua y las bacterias crecen. Opta por los limpiadores linguales, los odontólogos recomiendan que debes usarlos con suavidad y dos veces al día.
Usa un colutorio de antisépticos como la clorhexidina, junto con sales de zinc porque evita la halitosis, ya que reduce la cantidad de bacterias.
Los expertos explican que también es muy importante mantener la boca bien hidratada, por lo debes beber suficiente agua.
Las sinusitis o infecciones en el tracto respiratorio también pueden provocar mal aliento. Para acabar con esta patología es aconsejable acudir al neumólogo o un otorrinolaringólogo.
Otra veces el mal aliento viene causado por desórdenes en el aparato digestivo o por algunos medicamentos.
“Los agentes citotóxicos, anfetaminas, nitroglicerina, así como algunos medicamentos y tratamientos oncológicos pueden contribuir a tener la boca seca y/o mal aliento. Es importantísimo consultar al especialista que nos los haya prescrito para evaluar cualquier remedio que queramos aplicar para aliviarlo y que no esté contraindicado o pueda provocar una reacción”, indica el Dr. Martínez Lozano del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo.
Hay enfermedades sistémicas que causan el mal aliento como la insuficiencia renal crónica, la insuficiencia hepática, la cirrosis, la diabetes o las enfermedades congénitas del metabolismo.
La diabetes produce un olor similar al de frutas podridas por la acumulación de bacterias, que se alimentan de glucosa en la boca. Si el paciente tiene una insuficiencia renal crónica, pero la enfermedad no está controlada, el olor del aliento es parecido al del amoníaco o el pescado.
Un estudio científico realizado por los
investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago (EE.UU.) ha comprobado que las infusiones de té eliminan el mal aliento, porque contiene unos componentes, es decir, los polifenoles, que podrían frenar el crecimiento de las bacterias que causan mal aliento.
El estudio se presentó en la reunión anual de la Sociedad Americana de Microbiología. También es recomendable enjuagarse la boca con té negro, porque reduce la formación de placa.
«Junto con la inhibición del crecimiento de estos patógenos en la boca, el té negro y sus polifenoles pueden beneficiar la salud oral al suprimir los compuestos de mal olor que estas bacterias producen», explica Christine Wu, una de las investigadoras.
El Instituto del aliento informa que la menstruación puede causar mal aliento. El doctor Jonas Nunes, director del Instituto del Aliento, explica que «no están claras las causas a nivel científico. Hay dos o tres teorías. Una es que hay unos compuestos proteicos de la sangre que son absorbidos a través de la mucosa del aparato reproductivo de la mujer. Otras dicen que algunos compuestos se liberan a través del pulmón, pero esto sólo pasa en algunas mujeres, no en todas. Esto se conoce desde los años 30, pero no sabemos bien el mecanismo de cómo sucede».
El experto informa que el estrés también puede causar mal aliento. «Cuando hay estrés, la ansiedad provoca la disminución de la producción de saliva, con lo que hay reacciones en el cuerpo y la sequedad de la boca es una resultante normal del estrés. Cuando la saliva se reseca y se evapora, huele mal», señala Jonas.