El transporte por carretera ha ido evolucionando a lo largo de los años. Se ha convertido en un transporte casi imprescindible para la logística y distribución, no sólo en el ámbito nacional, también internacional. Aunque cabe destacar que en España, el aumento de los costes ha minimizado la actividad, tanto que a día de hoy no se sabe cómo evolucionará debido a la incertidumbre de las ayudas para el combustible.
No obstante, a pesar de esto, el transporte por carretera es el más utilizado a nivel mundial, según diversas fuentes, constituye alrededor del 70% del transporte de mercancías. Su evolución y consecuente transformación tiene consecuencias en la manera de enviar y entregar la mercancía. Se ha vuelto más eficiente y flexible.
Como explican expertos del transporte de todo tipo desde 1996, como Star Cargo, “el transporte terrestre siempre interviene en todos los envíos, o bien porque actúa de forma complementaria con un transporte aéreo o marítimo, o porque el envío en su totalidad se hace por carretera”.
La preferencia por este tipo de transporte se debe a numerosos factores, los cuales lo han convertido en un medio necesario. Con posibilidad de adaptar las rutas a la empresa, pero también a los clientes finales.
Algunos factores que cabe destacar son la flexibilidad y la accesibilidad del transporte por carretera. Los vehículos terrestres tienen la ventaja de poder acceder a áreas remotas, zonas industriales o centros urbanos. Prácticamente a cualquier sitio que esté conectado por carretera. Es una demostración clara de su versatilidad, la cual no ofrecen otros medios de transporte. Otra ventaja reseñable es la entrega directa, puerta a puerta. Es la forma más eficaz de agilizar todo el proceso logístico, reduciendo tiempo y gastos.
La economía globalizada ha impulsado la demanda de transporte por carretera. Cada vez es mayor el número de empresas que se decantan por formas de transporte eficientes y rápidas. Garantizando la entrega final del producto, manteniendo su calidad. Además, es un medio de transporte que permite incorporar fácilmente tecnologías que mejoran aspectos como la optimización de rutas o sistemas de rastreo, entre otros.
Sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios que más adelante detallaremos, también hay que tener en cuenta sus desafíos. No todo lo que engloba el transporte por carretera es positivo, menos si se compara con otros medios de transporte.
Factores que influyen
La creciente importancia del transporte por carretera en el envío de productos se atribuye a una serie de factores, destacando entre ellos:
- Globalización del comercio:
La creciente globalización de la economía ha impulsado el comercio internacional, generando una demanda cada vez mayor de transporte de mercancías. Las empresas buscan expandir sus operaciones a nivel mundial, y el transporte por carretera proporciona una solución eficiente y adaptable para movilizar productos a través de las fronteras.
- Reducción de costes:
El desarrollo continuo de nuevas tecnologías y mejoras en la infraestructura de transporte ha contribuido significativamente a la reducción de los costos asociados con el transporte por carretera. La eficiencia operativa derivada de sistemas de gestión de flotas, vehículos más eficientes en términos de consumo de combustible y la optimización de rutas ha permitido que el transporte por carretera sea más competitivo desde el punto de vista económico.
- Flexibilidad operativa:
La flexibilidad operativa que ofrece transporte por carretera influye directamente en la calidad del servicio. Este transporte tiene la facilidad de adaptarse a las necesidades concretas de cada cliente. Permite modificar rápidamente y sin elevados problemas la cadena de entrega. Facilidad para cambiar la hora de entrega, hacerlo personalmente, sin importar el lugar, pues tiene fácil acceso a cualquier punto, etc.
- Rapidez y tiempo de entrega:
El transporte por carretera puede no ser el medio más rápido por velocidad, pero sí ofrece tiempos de entrega rápido. La clave está en la buena planificación. De dónde sale la mercancía, dónde tiene que llegar, el plazo de entrega indicado al cliente, etc. Todos son aspectos importantes que con planificación se puede conseguir y por ello, se considera un medio rápido que cumple con los tiempos de entrega.
- Conectividad y accesibilidad:
A nivel global existe una extensa red de carreteras. Si nos centramos en España, más todavía. Gracias a ello es posible acceder a multitud de ubicaciones. Prácticamente toda persona puede recibir un producto si se gestiona con transporte por carretera. Permite crear rutas de transporte personalizadas y optimizadas.
- Mayor eficiencia en la gestión logística:
El transporte por carretera permite la adopción de tecnología avanzada. Hay numerosos sistemas que permiten, por un lado conocer la situación en tiempo real, y por otro, el estado de la mercancía. Aporta información transparente.
Desafíos y desventajas
A pesar de las ventajas evidentes, el transporte por carretera también tiene desventajas y desafíos que deben tenerse en cuenta y en la medida de lo posible, solucionarse para garantizar su sostenibilidad y eficiencia a largo plazo.
Algunas de estas desventajas y desafíos son los siguientes:
- Impacto ambiental:
Como todos sabemos, los vehículos por carreteras tienen un impacto directo y negativo sobre el medioambiente. Son una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y en consecuencia, contaminantes del medioambiente. Los datos preocupantes que hay sobre el cambio climático son, en gran parte, debido al transporte por carretera. Por ello, se debe apostar por vehículos más sostenibles.
- Congestión del tráfico:
El tráfico está a la orden del día, sobre todo en zonas urbanas. Este aspecto es importante porque afecta a la eficiencia en el reparto, pues aumenta los tiempos de entrega. Para ello, es importante evaluar las diferentes rutas y la eficiencia de cada una de ellas. Fijarse también en las horas es de gran utilidad o, una mejor planificación. Es decir, prever posible tráfico y por tanto, saber que esa ruta lleva más tiempo.
- Dependencia del petróleo:
Todavía, una gran parte de los vehículos que se emplean para el transporte por carretera requieren de combustibles fósiles y, en consecuencia, depende significativamente del petróleo. Los cambios, sobre todo al alza de su precio, repercuten directamente en los costes y la seguridad energética son desafíos.
- Riesgos de seguridad vial:
Aunque en muchas ocasiones está fuera del alcance del conductor lo cierto es que el transporte por carretera tiene riesgo de accidente. No por uno mismo, sino por el resto de conductores. Además, cualquier accidente que se produzca en la carretera, aunque no tenga que ver con el reparto, tiene consecuencias. Por ejemplo, en los tiempos de entrega. Se exige control al volante, por uno mismo, el resto y por la mercancía.
- Limitaciones en la capacidad de carga:
El transporte por carretera lleva ligado una limitación de la capacidad de carga. Son vehículos que, dependiendo del volumen de la mercancía, no permite abarcar gran cantidad. Por ello, son más eficaces para productos de pequeño o mediano tamaño.
- Infraestructura insuficiente:
La infraestructura de carreteras a veces es insuficiente. Esto quiere decir que no permite el transporte de vehículos de gran tamaño. Muchas veces está limitado. En este caso, es necesario que las comunidades inviertan más en infraestructuras que, además, garanticen la seguridad de este tipo de transporte.
- Problemas de gestión del tráfico internacional:
Cuando se trata de transportar mercancía a otros países existen problemas con la gestión del tráfico internacional. Hay aspectos que valorar como la gestión en fronteras, coordinación de varios medios, etc.
- Desgaste de las infraestructuras:
El transporte por carretera puede contribuir al desgaste de las infraestructuras de carreteras, lo que genera costos adicionales en términos de mantenimiento y reparación.
Impacto del transporte por carretera
El transporte por carretera tiene un impacto directo en el medioambiente. Es más, se trata de un tema cada vez más preocupante, ya que produce elevadas emisiones de gases contaminantes. Estas emisiones perjudican de forma directa a la calidad del aire y al cambio climático, con los problemas de salud y hacia el medioambiente que ello supone.
- Gases de Efecto Invernadero (GEI):
Los vehículos por carretera emiten grandes cantidades de gas de efecto invernadero. Entre ellos, el dióxido de carbono (CO2) es uno de los más perjudiciales. Son gases que atrapan el calor en la atmósfera y de esta forma, cooperan hacía el calentamiento global y al cambio climático. No obstante, hay más gases contaminantes como el CO2, el óxido de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV).
- Contaminación del aire y problemas de salud:
La contaminación que los vehículos por carretera provocan repercute directamente en la calidad del aire. De manera que de forma directa tiene consecuencias en la salud de las personas, a nivel respiratorio y cardiovascular. Esta contaminación es más notable en áreas urbanas donde el tráfico por carretera es más alto.
Medidas para reducir el impacto ambiental
Para reducir el impacto que tiene el transporte por carretera se pueden tomar medidas como las siguientes.
Por ejemplo, la electrificación de los camiones. Es una solución que ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Apostar por camiones eléctricos, impulsados por baterías recargables, que se alimentan mediante dientes de energía renovable.
También se puede adoptar el uso de combustibles alternativos, ya que tienen menos emisiones. Ejemplo de ello son el biogás y el hidrógeno.