La modernización de la industria permite crecer a todo un país

La industria es un buen barómetro para medir cómo se encuentra la economía de un país. Lo veremos mejor si ponemos algunos ejemplos para ilustrarlo. Alemania, Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia o Japón son varias de las principales potencias del mundo. ¿Qué tienen en común? Que forman parte de un elenco de países que confían plenamente en su industria y la han desarrollado al máximo. Del mismo modo, quien no ha desarrollado su industria o no ha podido hacerlo no va a formar parte de esos países de cabecera.

La industria no siempre es la misma en todos esos países a los que hemos hecho referencia anteriormente y que disponen de grandes empresas dentro del sector. Está claro que en algunos prevalecerá más un tipo de actividad que otra y viceversa, pero lo que sí tienen en común todas esas naciones es el hecho de que la productividad o la eficiencia deben ser altas en entornos como estos. Para ello, también han apostado por un elemento común, que no es otro que la tecnología. Sin duda, a una mayor apuesta tecnológica, más eficiencia tiene una empresa y más beneficios genera.

¿Y España, qué? Siempre hemos considerado que nuestro país está por debajo de todos esos países industriales que ya hemos mencionado. Y es verdad que hemos ido un poco por detrás, principalmente porque la tecnología que ellos han usado ha llegado hasta nuestras fábricas algunos años más tarde. Sin embargo, creemos que nuestro país también nos da buenas noticias en términos industriales de vez en cuando y que igual tenemos un poco infravalorada la capacidad española en lo que respecta a esta actividad. Según indicaba una noticia publicada en la sección Cinco Días, de El País, en el mes de febrero de este año volvió a crecer la actividad industrial, marcando de este modo un punto de inflexión.

En el año 2022 también hubo buenas noticias en relación al sector industrial español. Informaba el portal web negocios.com de que la producción del sector había crecido todavía más en el mes de agosto que lo que lo había hecho en meses anteriores, superándose de este modo los registros del mes de agosto de 2021. Ni que decir tiene que esto habla bien de nuestro país, de su apuesta por el sector y del aumento en inversión tecnológica que ha acometido en los últimos años en ese intento por equipararse en muchos aspectos a los países más potentes del mundo.

Invertir en tecnología para la industria no solo tiene que ver con la compra de máquinas nuevas y que realicen el trabajo de una manera mucho más rápida y eficaz. También tiene que ver con el hecho de disponer de sistemas que permitan organizar el trabajo de una manera eficiente. Una de las claves que en Tecoi han visto fundamentales para el crecimiento industrial de España en estos últimos años ha sido precisamente la apuesta de muchas de esas entidades por sistemas que permitan organizar el trabajo para las máquinas en las fábricas, una labor que ha permitido corregir errores, establecer prioridades y finalizar los pedidos de una manera mucho más organizada.

Es idóneo que la industria se reparta dentro de un mismo país 

Es importante, como ya hemos comentado, que un país disponga de una gran capacidad industrial para que su economía esté entre las más poderosas del mundo. Pero eso no es lo único importante en lo que respecta al papel de la industria en la economía. Sería ideal que la industria se repartiera dentro de un mismo país, que todas las zonas y comarcas del mismo dispusieran de fábricas y negocios relacionados con este sector. De este modo, todas esas zonas y comarcas se desarrollarían de una manera más equitativa y se evitaría un fenómeno como el que en nuestro país se llama «la España vaciada». Y es que el papel de la industria en ese sentido es muy importante teniendo en cuenta el dinero que mueve y la cantidad de personas que se desempeñan día a día en ella.

Es cierto que, en España, ese reparto no existe y que, tradicionalmente, la industria se ha repartido en zonas como Madrid, Cataluña o Euskadi, entre algunas otras. Eso supone que hay una gran cantidad de terreno que no cuenta con este tipo de empresas y que, por ende, tiene un mayor riesgo de sufrir desempleo, despoblación o de que el salario de la gente que se dedica a otro tipo de actividades sea menor. Que la industria se desarrolle en un lugar trae progreso y avances sociales al mismo, así que hay siempre hay que tener una mirada puesta en ella. Muchos países no la han perdido de vista y han sacado provecho de todo lo que les ha podido proporcionar.

 

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